Muchos niños y jóvenes del estado Táchira son portadores de las bellas artes, siendo la música una de las más sobresalientes.
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Por tal motivo, tanto academias privadas como «Ciudad musical», y escuelas de música públicas como la «Miguel Angel Espinel», se han esmerado por permanecer abiertas a pesar de las situaciones adversas, siendo la pandemia la más reciente.
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La idea y enfoque de estas instituciones es «crear una alternativa o modo de vida» así como impulsar el talento tachirense no solo regionalmente, sino a nivel nacional.
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Estas escuelas ofrecen la enseñanza de instrumentos musicales como guitarra, flauta, trompeta, violín, y demás, siendo el piano uno de los instrumentos con más demanda de aprendizaje.
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A pesar de todo, siguen impartiendo conocimientos, contando con matrículas variadas entre los 130 y 150 alumnos en diversas especializaciones musicales (a nivel de preparación instrumental)
En el caso de la Escuela Miguel Ángel Espinel, se comenta que aunque en plena pandemia fueron afectados por el bajo número de estudiantes, por medio de clases virtuales lograron continuar, y a pesar de ser una institución pública, la autogestión ha sido una estrategia efectiva para mantener «a flote» tanto las instalaciones físicas, como la continuidad de cursos especializados en cada instrumento
Del mismo modo, academias privadas como Ciudad Musical, en donde la virtualidad fue la principal aliada para continuar con las clases en medio de la pandemia, gracias a los pagos realizados, la excelencia y la calidad de aprendizaje sigue intacta
Actualmente brindan clases todos los días en diferentes horarios, contando con estudiantes de cuatros años de edad en adelante
Con información de La Prensa Táchira
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